"Una vida aislada y tranquila en el campo, con la posibilidad de ser útil para quienes es fácil hacer el bien y que no están acostumbrados a que se lo hagan. Y un trabajo que se espera sea de utilidad. Y el descanso, la naturaleza, libros, música, amar al prójimo. Ésa es mi idea de felicidad. Y sobre todo eso, tú como compañera; niños, quizás. ¿Qué más puede desear un hombre?" Tolstói.
Me mantengo firme y constante, porque sé que a pesar de todo el cariño que nos podamos tener, nuestro ahora no se compara con la idea que tengo de felicidad.
1 comentario:
capítulo siete, el amor en el viento maru, tan cambiante como fresco y cálido
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