lunes, 20 de diciembre de 2010

Just

Los edificios crecen como plantas, la masa de cemento se expande como una gran enredadera abrazando a las casitas de color. Los autos corren como la luz en un fotograma. Estoy acá parado, les grito. Tratando de entender los porqués del vertiginoso alrededor. Las sombras persiguen los pasos de sus dueños que atrajeados van más rápido aún que los primeros autos. ¿Eso es posible? Te sorpenderás cuando te cuente que más veloces que los hombres, son las nubes, son los días; no dan respiro. Es que hoy ya nunca es hoy, Séneca.
Aunque está la posibilidad de estacionar la vida durante un segudo y es cuando alzo la vista hacia la noche, donde tengo un intercambio con la luna, pensando que puedo ser eterno en las mentes de los demás.

3 comentarios:

LeaN BuKa dijo...

Muy bueno, Maru

Anónimo dijo...

Aplausos.
Ire.

talita dijo...

hola, tengo un blog, acabo de recordarlo, jaja