El cadaver yace en el suelo. La sangre putrefacta parece su aureola. Es un horror. Las palabran repelen a los vivos y sus miradas se anclan en el muerto.
Julia rompe a llorar. Él se limita en abrazarla.
-Temí no sentirte más. Perfecto Alejo. Todo lo que no deseaba se concentra en esta habitación.
-Tus hechos no se adhieren a lo que decís. Dejá la hipocresía. Ambos cometimos el crimen.
Julia se deja vencer por la verdad. Se limpia el rimel corrido para disminuir los niveles de dramatismo.
-Ahora bien -dice Alejo- Supongo que de igual manera te estás martillando la cabeza con interrogantes. Espero.
-¿Pretendés alguna respuesta de mi boca? ¿Prentendés algo más de mí? No te alcanza con verme como trapos deshilachados.
-La integridad de mi cuerpo puede simular, pero mi interior se encuentra tan destrozado como el tuyo.
Minutos de silencio en la sala. Julia recompuesta decide hablar.
-¿Qué hacemos con él?- Le da una rápida ojeada, evitando posibles convulsiones.
-Enterrarlo... Enterrarlo y depurar todo recuerdo que lo involucre.
Ninguno de los dos dijo nada. Aunque ambos percibieron como una flecha de dolor, atravesaba sus corazones: la culpa misma. Por poco casi se desploman.
Arrastraron con pesadumbre hasta el jardín, lo que habían asesinado, o quizás en mejores términos lo que habían dejado morir.
Se apresuraron en afixiar aquello sin vida con kilos de tierra. El hoyo fue tan profundo, que el sudor y las lágrimas creyeron valer sus penas.
Y luego, luego de sepultar ese amor muerto que alguna vez compartieron con pasión, Alejo y Julia desunieron sus caminos y por sobretodo despegaron sus recuerdos.
1 comentario:
Muchisimas gracias, ya tendras mi respuesta.
Respecto al posteo de "El imbecil", las frases se encuentran en la seccion "comentarios".
Y te recomiendo el ultimo posteo, debe ser el mejor que hice desde que inaugure el blog.
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