escupe en el cielo su belleza

esta mujer que me habla y extiende su puño en el aire, dejando al mundo terrenal atónito no puedo dejar de figurarmela en mi cabeza. quién es este ser tan insondable que penetra con palabras con gritos: horses, horses, horses es un eco, un susurro. dispara mi carne, no, no miento. cada caballo es una pisada fuerte que agita y estremece. ya no existe mi verguenza, esta mujer fuerte golpeó en lo más hondo de mi sensibilidad benévola.